La madrugada del pasado 18 de agosto de 2012 se produjo un terremoto de 3,8 grados de magnitud en la escala de RICHTER seguido de dos réplicas de 2,6 y 2,8 en los siguientes cinco minutos. El epicentro se localizó en el mar a escasos kilómetros de la costa de EL SAUZAL y el hipocentro se situó a una profundidad de 27 kilómetros.
PUESTA DE SOL DESDE RAVELO
A las 2,50 horas la tierra comenzó a vibrar durante unos pocos segundos. El sismo ocurrido en 1989, que se localizó en el mar entre TENERIFE y GRAN CANARIA, tuvo una duración mayor y una intensidad más o menos similar aunque, en mi opinión, sentí más temor entonces que en este último.
La vida continúa en la isla, cuya población recobra la normalidad después del susto. CANARIAS es una zona de frecuentes sismos, no siendo la mayoría de ellos sentidos por sus habitantes, una circunstancia que no nos impide que el miedo se apodere de nosotros cuando la naturaleza nos recuerda, con algún acontecimiento como el del último sábado, su enorme poderío.
DESDE LA PARTE ALTA DE LA MATANZA DE ACENTEJO
Ayer, viernes 24 de agosto, la calima no terminaba de irse, por eso EL TEIDE aparecía con tonos grisáceos. Además una niebla a escasa altitud, poco espesa, cubría la costa del norte de la isla y en el cielo había nubes altas. El sol se ocultaba como todos los días. Todo, poco a poco, se tenía de color naranja. (recuerdo que cuando yo era un niño alguien me dijo que era la luz del SOL DE LOS MUERTOS).
Desde RAVELO, en EL SAUZAL se vivió ese momento especial del día olvidando por un instante la cercanía a la zona en que la naturaleza había liberado una pequeña parte de su energía acumulada hacía tan solo una semana.
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