EL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES Y EL NACIMIENTO DE LOS DRAGOS.

En mitología se relaciona a Canarias con los Campos Elíseos, la Atlántida, las Islas Afortunadas, el Jardín de las Hespérides.

El JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES, que se creía estaba en las ISLAS CANARIAS, era propiedad de HERA (diosa griega del matrimonio y esposa de ZEUS).

Las HESPÉRIDES eran hijas de ATLAS, el gigante hijo de un Titán, a quien condenó Zeus a sostener el cielo sobre sus hombros. Hera le encomendó a estas ninfas el cuidado de un árbol del jardín, que le había regalado GEA (diosa Tierra) por su boda con Zeus y cuyos frutos eran manzanas de oro, que proporcionaban la inmortalidad. A LADÓN, un dragón de cien cabezas y que nunca dormía, también le encargó la protección de este árbol.

El Héroe HÉRCULES o HERACLES, tuvo como misión robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides para su primo EURISTEO. Tras un largo camino encontró a Atlas, quien le indicó el lugar en que se encontraba el jardín. Hércules logró convencer al gigante para que sustrajera las manzanas, mientras él quedaría sosteniendo el cielo. Así fue como Atlas, tras la muerte de Ladón por una flecha disparada por Hércules, se apoderó de los frutos.

Las manzanas luego cayeron en manos del héroe tras engañar al gigante para que volviera a poner la bóveda celeste sobre sus espaldas. Como castigo por el robo, las ninfas fueron convertidas en árboles (sauce, álamo y olmo). Cuando las manzanas de oro llegaron a manos de ATENEA (diosa de la Sabiduría), las devolvió al Jardín de las Hespérides. Además, Zeus puso al dragón en el cielo, como constelación.

Según la leyenda, las gotas de sangre que desprendió Ladón cuando llegaron al suelo se convirtieron, cada una de ellas, en DRAGOS, cuyas ramas se parecen a las cien cabezas que poseía el dragón y cuyo tronco desprende una savia o resina de color rojo, llamada SANGRE DE DRAGO, que actualmente se sigue usando con fines curativos.

La imágen del Jardín ha sido importada del blog ESCRIBIMOS PENSAMIENTOS.

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