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Tuesday, November 13, 2012

BANCOS DE PIEDRA EN EL PARQUE NACIONAL DEL TEIDE


El último domingo visité La Fortaleza, había pasado más de año y medio desde la última vez que estuve allí.
Durante la caminata tuve la impresión de que todo en el sendero estaba exactamente igual que la primavera del año anterior. Incluso la niebla nos empapó como entonces. Todo discurría con normalidad.
Al final del camino, en la montaña, cuando disfrutaba del paisaje y hacía un repaso a mi vida reciente, recordé que algo había pasado inadvertido: en la vereda no había visto  ni un solo banco de piedra.
Anterior visita a La Fortaleza (primavera de 2011).
Prometí estar atento durante el trayecto de regreso. Después de varios minutos caminando por el sendero divisé a lo lejos mi banco de piedra. Allí estaba, como si el tiempo se hubiera detenido para siempre en él. Con sus impresionantes vistas. Testigo mudo de secretos de enamorados. Testigo mudo de nuestro secreto.
Mi banco de piedra (11 de noviembre de 2012).
Me senté en sus piedras húmedas y, cerrando los ojos, me dispuse a recordar. Sentía la película de mi vida pasar y noté la suave caricia de sus manos sobre mi cabello… un segundo después desperté.  Fue justo entonces cuando descubrí que algo sí era diferente, que la vida no se había detenido más allá y que, a pesar de todo el amor del mundo, los caminos a veces se alejan de los bancos de piedra y, sobre todo, que me faltaba ella.
EL TEIDE desde el banco.
Al reanudar la marcha sentí la necesidad de volver la vista atrás y me pareció ver entre la espesa niebla la figura entrelazada de dos enamorados sentados en mi banco de piedra. Pero todavía hoy no estoy seguro de que mi visión fuera real.
Por la noche, ya en casa, pensando en la experiencia vivida durante el día, comprendí que los bancos de piedra de LAS CAÑADAS pueden ser muy importantes en nuestras vidas.
Otro de los bancos de piedra del sendero de LA FORTALEZA.
Por si acaso, prometí volver y esperar sentado en mi banco a que mis sueños de hoy se hagan realidad, al menos, durante un instante fugaz de mi vida.
Banco de piedra.
A los enamorados y a los bancos de piedra del TEIDE.

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