EL CIELO DE NUESTRAS VIDAS
Me bastaría una simple llamada al número de teléfono grabado a fuego en mi mente para saber de ti. Una pregunta sería suficiente para descubrir qué tal estás. Con un simple paseo podría interponerme en tu senda y…
Sí, así de fácil resultaría saber de ti.
Sin embargo, no me preguntes el motivo, me quedo aquí, inmóvil, a tan solo un paso de tu vida, imaginando que te habrás olvidado de mí.
Me acuerdo de ti, sin ti, cuando miro la avenida por la que caminas, cuando veo tu casa a lo lejos, cuando me enfrento a la estrecha ventana de mi madrugada… Sí, me acuerdo cada día de ti.
Y a diario termino contemplando este maravilloso cielo sobre nuestras vidas para calmar con su belleza mi maltrecho corazón, el mismo que cuando sabía de ti te quiso y que hoy te quiere aunque no tenga el consuelo de saber de ti.
A nuestro cielo.
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EL CIELO DE TENERIFE
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